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Moyano, Liliana / Cuello, Jorge
32 pág.
El sueño a veces se esconde, detrás de un árbol o arriba del techo. Para convencerlo de que vuelva a su lugar, nada mejor que susurrarle una nana, una canción de cuna suavecita.
Entonces sí, el sueño llega despacio y se acurruca detrás de los ojos del niño.
Teje la araña a capella,
tela y nana,
nana y tela
para la cría que espera.
Punto arroz
en sol bemol,
punto nido
en sostenido.